El tribunal ha condenado a cinco años a Ali al Ekry, antiguo médico del hospital Salmaniya de Manama. Los ocho restantes han sido sentenciados a penas de entre un mes y tres años.
Se desconoce el paradero de otros dos médicos que habían sido condenados a quince años cada uno y que habían decidido no apelar la sentencia. Se cree que están escondidos dentro del país o que han huido al extranjero.