La Comisión Europea aprobó ayer un segundo contrato con la empresa farmacéutica Moderna, que prevé una compra adicional de 300 millones de dosis (150 millones en 2021 y una opción de compra adicional de 150 millones en 2022) en nombre de todos los Estados miembros de la UE. El nuevo contrato permite asimismo a los Estados miembros la donación de sus dosis de la vacuna a países con rentas medias y bajas o la transferencia a otros países europeos.
El contrato de ayer con Moderna se basa en la cartera de vacunas que se producirán en Europa, disponibles, en particular, a través de los contratos ya firmados con BioNTech/Pfizer, AstraZeneca, Sanofi-GSK, Janssen Pharmaceutica NV, Curevac y Moderna. Esta cartera diversificada de vacunas «garantizará que Europa tenga acceso a 2 600 millones de dosis, una vez que se haya demostrado que las vacunas son seguras y eficaces», asegura la comisión.
«Hoy estamos asegurándonos 300 millones de dosis adicionales de la vacuna contra la COVID-19 producida por Moderna, que ya se utiliza para la vacunación en la Unión Europea. Esto nos aproxima a nuestro principal objetivo: garantizar que todos los europeos tengan acceso a vacunas seguras y eficaces lo antes posible. Con una cartera de hasta 2 600 millones de dosis, podremos proporcionar vacunas no solo a nuestros ciudadanos, sino también a nuestros vecinos y socios», ha dicho Ursula von der Leyen
La Comisión concedió la autorización condicional de comercialización para la vacuna desarrollada por BioNTech y Pfizer el 21 de diciembre de 2020, para la de Moderna el 6 de enero de 2021, y para la de AstraZeneca el 29 de enero de 2021.
La vacuna de Moderna está basada en el ARN mensajero (ARNm), que desempeña un papel biológico fundamental, ya que transmite instrucciones del ADN a la maquinaria de producción de proteínas de las células. En una vacuna ARNm, estas instrucciones producen fragmentos inocuos del virus que el cuerpo humano utiliza para crear una respuesta inmunitaria a fin de prevenir o combatir la enfermedad. Cuando se administra la vacuna a una persona, sus células leerán las instrucciones genéticas y producirán una proteína espicular, una proteína en la superficie exterior del virus que este utiliza para introducirse en las células del organismo y causar la enfermedad. A continuación, el sistema inmunitario de la persona tratará esta proteína como extraña y producirá defensas naturales (anticuerpos y linfocitos T) contra ella.
Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria ha asegurado que «Con este nuevo contrato con Moderna, añadimos otros 300 millones de dosis de una vacuna autorizada, segura y eficaz. Esta iniciativa supone otro paso hacia nuestro objetivo de facilitar a los ciudadanos europeos y de fuera de Europa un acceso rápido a vacunas seguras y eficaces a lo largo de este año. El contrato es importante no solo para las necesidades a corto plazo de la UE, sino también para nuestro trabajo futuro a fin de limitar la rápida propagación de nuevas variantes».
El 17 de junio, la Comisión Europea presentó una estrategia europea para acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de vacunas eficaces y seguras contra la COVID-19. A cambio del derecho a comprar determinado número de dosis de vacunas en un período concreto, la Comisión financia parte de los costes iniciales de los productores de vacunas a través de acuerdos de adquisición anticipada. La financiación aportada se considera un pago a cuenta de las vacunas que los Estados miembros compren realmente.