Los británicos deberán aceptar una mayor pérdida de libertades digitales a cambio de mayor seguridad de criminales y terroristas, ha asegurado el principal jefe de seguridad del país. Keith Bristow, director general de la Agencia Nacional de Crimen, aseguró a The Guardian que sería necesario ganarse al público para conseguir nuevos poderes para vigilar datos sobre correos y llamadas telefónicas.
«Lo que tenemos necesita ser modernizado… estamos perdiendo capacidades y poder cobertura de criminales», advirtió. El jefe de la agencia que lucha contra el crimen admitió en una entrevista a The Guardian que no había conseguido explicar bien al público porqué se necesitan más poderes para investigar al público. Cree que el público tiene que entender que para tener más seguridad, tiene que perder privacidad.
Según Bristow, la agencia tiene que ganarse la confianza del público para que este acepte mayor intrusión de las agencias públicas en sus datos y comunicaciones. Pero el jefe de la agencia cree que «si buscamos operar fuera de lo que ha concedido el público, eso para mi, no es operar con consentimiento. El consentimiento se expresa a través de la legislación».
Fair play. Eso parece entenderse de las palabras de Bristow, que subraya una idea en la entrevista a The Guardian. Fair play (juego limpio) entendido como contar con el apoyo del público para poder vigilarles. En sus palabras se entiende una crítica implícita a las revelaciones de Edward Snowden, que revelaron la vigilancia masiva de la NSA, Agencia de Seguridad de EEUU, que vigiló a cientos de miles de ciudadanos. Aún así, no duda en calificar las revelaciones de Snowden como «una traición».