Esta coalición gobernante que lidera ahora el primer ministro ha llevado al país a una relativa estabilidad que Ahmed quiere usar como trampolín para efectuar una transformación sociopolítica sin precedentes, que comenzó a los pocos días de asumir su mandato en abril.
Desde entonces, Ahmed ha instituido reformas que incluyen la liberación de presos políticos, la progresiva desaparición del control estatal sobre la economía y la paz con el vecino del norte, Eritrea.
Así lo ha hecho saber el jefe de gabinete, Fitsum Arega, en su cuenta de Twitter.
«El primer ministro ha concluido que, dada nuestra política actual, no hay más opción que seguir una democracia multipartidista respaldada por instituciones fuertes que respeten los Derechos Humanos y el Estado de Derecho», ha manifestado.