El gobierno japonés presentó este martes un plan para limitar las horas extras permitidas por ley, con vistas a cambiar la cultura del exceso de trabajo arraigada en el país nipón y con el objetivo de prevenir nuevas muertes de empleados relacionadas con este problema. Este límite supondrá una “reforma histórica” al establecer un tope temporal claro, algo hasta ahora inexistente.
El Ejecutivo desarrolló esta iniciativa tras destaparse las muertes derivadas del exceso de trabajo de dos empleados del gigante nipón de la publicidad Dentsu, que reabrieron el debate público sobre esta persistente práctica empresarial en la tercera economía mundial.
Según el plan, las horas extras que podrán trabajar los empleados no deberán superar en ningún caso las 100 horas mensuales, o de 80 horas en el caso de que se encadenen varios meses con alta carga laboral. Si la reforma se adopta, las compañías que quebranten las disposiciones legales podrán ser sancionadas.
El pasado octubre, se suicidó de una empleada de 24 años que había llegado a trabajar hasta 105 horas extra al mes. Posteriormente, abierta la investigación, se conoció que había otra muerte, en este caso en 2013, de otro trabajador de 30 años, que en la misma compañía publicitaria había sucumbido al exceso de trabajo.
Según datos del Ministerio de Trabajo de Japón, en 2015, 2.159 personas se suicidaron por causas relacionadas con el trabajo, por lo que es prioridad del gobierno japonés aprobar leyes que frenen esta epidemia de exceso de trabajo que tan drásticas consecuencias están dejando.
No obstante, desde el Ejecutivo admiten que falta rigor al registrar las horas extraordinarias por parte de las empresas y, además, la disponibilidad de los empleados a alargar sus jornadas para recibir bonificaciones dificulta el control sobre esta práctica.