Ya nadie se atreve a ir. Los hospitales sirios, lugares que deberían ofrecer auxilio y socorro a los heridos, se han convertido en centros controlados por el gobierno donde se busca y se reprime a todo aquel herido por disparos o bombas.
Los heridos por la ofensiva del régimen de Bashar al Assad llevan meses sufriendo la persecución del gobierno, sean o no opositores. El llegar a un centro médico con alguna herida de bala supone pertenecer a la oposición, por lo que los hospitales se han convertido en un callejón sin salida para los lesionados.
«Durante meses los doctores han hecho lo inimaginable«, cuenta un testigo en este vídeo publicado en la cadena británica Channel4. El autor del vídeo, un empleado del hospital Militar de Homs que grabó las imágenes de forma oculta, acusa a los sanitarios de provocar graves sufrimientos a los pacientes.
Las fuerzas de seguridad tienen órdenes de trasladar hasta este hospital a los heridos en las protestas antigubernamentales. Los detenidos se encuentran en situaciones inhumanas esposados estrechamente a la cama. Se les tortura con electrocuciones, cuenta el testigo en el vídeo. «Algunos se mantienen vivos solo para ser interrogados, otros mueren durante las sesiones de tortura», lamenta.
“He visto a heridos a los que se les tortura y se les rompe las piernas. Les giran los pies hasta que la pierna se rompe, les operan sin anestesia”, señala el testigo, quien cuenta además que a algunos detenidos se les golpean las cabezas contra las paredes, se les niega el agua o se les atan los penes para que no puedan orinar”.
Algunos de los detenidos son soldados que se negaron a obedecer órdenes, pero muchos son civiles. “Algunos no tenían nada q ver con las protestas y fueron heridos durante los ataques a sus barrios”, denuncia.
«El más joven que vi tenía 14 o 15 años», continúa el testigo, quien denuncia que no se publican listado de pacientes para que los familiares no sepan donde se encuentran sus seres queridos. Así, los pacientes ya no tienen nombre, si no que han pasado a ser puros números.
“Los shabiha, matones del régimen, entran en los hospitales y sacan a los heridos para matarlos”, ha explicado a Teinteresa el médico sirio Mohamed Nidhal Kubba, quien apunta que a día de hoy cualquier herido ya no acude al hospital, sino que opta por recibir atención en una casa particular, con el riesgo de no ser atendido correctamente por la falta de medios.
El médico apunta que en la actualidad hay unos 30.000 sirios desaparecidos, muchos de ellos secuestrados de hospitales, de los que no se tiene noticia. La oposición sospecha que podrían haber sido asesinados y enterrados en fosas comunes, pues en las cárceles no hay suficiente espacio para tanta gente.
El doctor cuenta que precisamente una de las primeras víctimas de la represión en la ciudad de Aleppo fue un médico que las fuerzas de seguridad “mataron por ayudar a un herido”.
Otro de los médicos que sufrió la represión por realizar su trabajo llegó a España hace unos meses, tras recibir amenazas. Convirtió su clínica privada en un centro de atención de heridos clandestino y tras ser descubierto las fuerzas del gobierno irrumpieron en su consulta y destrozaron todo el material.