Según la versión india, un grupo de insurgentes paquistaníes ha lanzado una ola de ataques contra puestos de la Fuerza de Seguridad Fronteriza ubicados en hasta 25 localizaciones distintas en los distritos de Jammu y Samba.
Como consecuencia, uno de los milicianos ha muerto y dos miembros de las fuerzas de seguridad han resultado heridas. El Ejército indio ha intervenido para detener la entrada de milicianos. Fuertes intercambios de disparos se han registrado en cinco sectores, según ha informado la cadena india NDTV.
De acuerdo con la versión paquistaní, un bombardeo ejecutado por el Ejército indio ha acabado con la vida de un civil y ha herido a dos en una zona próxima a la localidad de Sialkot (provincia de Punjab) en el sector de Harpal.
Los disparos proferidos desde el lado indio de la frontera, que ha incluido fuego de mortero, no ha venido precedido de provocación alguna, según ha informado la cadena paquistaní Geo TV.
Las tensiones en la región de Cachemira han repuntado en los últimos dos meses, en los que se han producido más de 150 incidentes que han implicado un intercambio de disparos entre fuerzas de ambos países, según el recuento elaborado por la prensa india.
Según la Inteligencia india, los insurgentes paquistaníes han erigido más de 40 campos de entrenamiento a lo largo de la Línea de Control, la frontera que delimita la parte paquistaní e india de Cachemira, y alrededor de 700 milicianos están listos para atravesar la frontera e infiltrarse en India.
Pakistán niega que esté ayudando a los milicianos a cruzar la frontera con India en Cachemira y ha pedido a Nueva Delhi mantener conversaciones para abordar la disputa sobre la región, que perdura desde hace 24 años.