«Queremos que Salva Kiir se vaya. Es todo. Ya no puede mantener la unidad del pueblo sursudanés», ha declarado Machar en una entrevista con la cadena francesa RFI.
Los enfrentamientos, que se habrían saldado con hasta medio millar de muertos, según cifras de Naciones Unidas, estallaron el domingo tras meses de tensión después de que Kiir destituyera a Machar el pasado mes de julio.
El presidente ha responsabilizado a soldados leales a Machar de estos incidentes, que tienen también un trasfondo interétnico. Kiir y Machar proceden de grupos étnicos rivales, los »dinka» y los »nuer», respectivamente, que ya han protagonizado enfrentamientos en el pasado.
El exvicepresidente ha advertido que «son sus propias fuerzas», «enfadadas» con el comportamiento del presidente, las que le «derrocarán». Aunque Machar ha negado ser el »cerebro» tras la rebelión, sí ha alentado públicamente las acciones de los disidentes.
«Si quiere negociar las condiciones en las que deja el poder, estamos acuerdo, pero debe irse», ha apuntado Machar, que teme que los enfrentamientos de los últimos días terminen derivando en una «guerra étnica» en el país africano.