La exprimera ministra Yulia Timoshenko, encarcelada desde 2011, se declaró en huelga de hambre y exigió a las autoridades de Ucrania que firmen el acuerdo de asociación con la UE en la cumbre Asociación Oriental de Vilna a finales de noviembre.
“En señal de unidad con vosotros, me declaro en huelga de hambre indefinida para exigir que (el presidente Víctor) Yanukóvich firme el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea«, manifestó Timoshenko en un mensaje a los participantes en la protestas.
La líder opositora alentó a los manifestantes a que no cejen en sus protestas y «a borrar de la faz de la tierra a Yanukóvich» si no firma el acuerdo con la UE en la cumbre la Asociación Oriental que se inaugurará este jueves en Vilna, según una carta que leyó su abogado, Serguéi Vlásenko.
Tres días de concentraciones de los partidarios de la asociación con la UE
Mientras tanto la oposición ucraniana continúa hoy por tercer día consecutivo la concentración indefinida que comenzó este domingo en la plaza Europa de Kiev en protesta por la decisión del Gobierno de Ucrania de renunciar a la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Leonid Kozhar, declaró la víspera que Yanukóvich tiene previsto acudir a la reunión que acogerá la capital lituana, pese a que no firmará en esa cita la el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
Según el canciller, «Ucrania no renuncia a la firma del Acuerdo de Asociación», sino que se trata de una suspensión provisional del proceso de firma, ya que, «a día de hoy, ni Ucrania ni la UE están preparados para ello».
El primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, ha insistido en que la suspensión de la firma del acuerdo obedece a motivos exclusivamente económicos.
Azárov admitió que Kiev pidió a Bruselas compensaciones por la pérdida del mercado ruso que supondría para Ucrania asociarse con los Veintiocho.
«Nos dijeron que podíamos contar con mil millones de euros. Mil millones de euros no es nada. Esto se puede decir que es una limosna para un pedigüeño», dijo el jefe del Gobierno, que cifró en 160.000-170.000 millones de euros el dinero necesario sólo para homologar su legislación a la europea.