Un tribunal condenó a muerte en junio de 2015 a Mursi y otros antiguos altos cargos de Hermanos Musulmanes por la fuga de miles de reclusos de la prisión de Uadi Natrun. Sin embargo, en noviembre de 2016, la condena fue revocada en apelación y se ordenó la repetición del juicio.
Este nuevo proceso ha tenido este miércoles como invitado estrella a Mubarak, que también se ha enfrentado a juicios tras ser derrocado en el marco de la Primavera Árabe. El expresidente ha llegado al tribunal acompañado de dos de sus hijos, informa el periódico estatal ‘Al Ahram’.
La Fiscalía considera que seguidores de Hermanos Musulmanes y del partido-milicia palestino Hamás se infiltraron en Egipto desde la Franja de Gaza tras la revolución de enero de 2015 y colaboraron para asaltar centros penitenciarios. Según Mubarak, de 90 años, los milicianos «mataron a policías y manifestantes en la plaza Tahrir» de El Cairo y «crearon caos» antes de liberar presos.
El antiguo mandatario ha alegado ante el tribunal que estaba al tanto de la existencia de túneles en la frontera con la Franja de Gaza, utilizados principalmente para el traslado de comida y de otros bienes de primera necesidad. Asimismo, ha dicho que a finales de enero recibió información de Inteligencia sobre la entrada de unos 800 milicianos.
No obstante, Mubarak ha rehusado aclarar si dichos túneles también se utilizaron en los primeros compases de la revolución y valorar el papel que habrían desempeñado Hermanos Musulmanes en las protestas, alegando que para hablar sobre ambos temas necesita permisos específicos de las actuales autoridades.