El monte Otake, entre las prefecturas de Nagano y Gifu, estalló en torno a las 05.00 de la madrugada, expulsando ceniza ardiendo por el cielo y a lo largo de tres kilómetros de su ladera sur.
«Al menos siete personas resultaron heridas leves y una persona ha sufrido heridas de gravedad», ha declarado el portavoz del departamento de Bomberos de Nagano, Makoto Hasegawa.
La televisión pública nipona informa de que al menos 200 escaladores se han visto obligados a refugiarse en una cabaña cerca de la cima, aunque de momento no se teme por su seguridad.
El Ontake se encuentra a unos 200 kilómetros al oeste de Tokio y las autoridades –prevenidas por la catástrofe de Fukusima en 2011– han confirmado que no existe planta nuclear cercana que pudiera correr peligro, como sucedió con el tsunami y terremoto de hace tres años.