Cassidy Stay es una heroína. Fue la única superviviente de la masacre perpetrada la semana pasada en Texas por Ronald Lee Haskell, su extío, que se presentó en casa de su familia preguntando por el paradero de su antigua pareja, su tía, la hermana de su madre. No consiguió respuesta y ejecutó fríamente a todos los familiares.
Katie Stay, de 34 años, su esposo, Stephen, de 39, y cuatro de sus cinco hijos, de edades comprendidas entre los 4 y los 13 años, fueron asesinados en el suelo. Haskell los ató, les dijo que se tumbaran boca abajo y les disparó en la cabeza a cada uno, según han revelado los investigadores.
Cassidy también se tumbó en el suelo y recibió un tiro. Pero la bala sólo le rozó el cráneo. Fingió estar muerta y, cuando el asesino abandonó la casa, avisó a la policía, que pudo detenerlo después de una espectacular persecución.
«Sé que mamá, papá, Brian, Emily, Becca y Zach están en un lugar mucho mejor y que seré capaz de verles otra vez algún día«, dijo Cassidy, quien salió del hospital el fin de semana para asistir al funeral multitudinario por toda su familia, que se celebró en Spring (Texas).
La menor, acompañada de su abuelo, subió al estrado y se dirigió al numeroso público con la entereza de un adulto y un mensaje positivo para el mundo que ha dejado perpleja a la sociedad estadounidense.
«La felicidad puede ser encontrada incluso en los momentos más oscuros«, dijo Cassidy, citando al profesor Albus Dumbledore, uno de los protagonistas de su libro favorito «El prisionero de Azcabán», de la serie Harry Potter de J.K. Rowling’s.
Esperó a que el agresor se fuera para alertar de que podría dirigirse a casa de sus abuelos
La menor siguió el funeral a veces con lágrimas, otras con una sonrisa, para agradecer el apoyo que ha recibido de amigos y familiares y la atención de los médicos. Mostró su compromiso de «ser fuerte» con un saludo al público y un gesto con la mano que fue recogido por la prensa.
Los medios estadounidenses destacan la «increíble fortaleza» y el «coraje» de esta adolescente que, pese a que sufrió una fractura de cráneo por la bala, esperó a que el agresor se fuera para alertar de que Haskell podría dirigirse a casa de sus abuelos.
Su abuelo, Roger Lyon, aseguró que con este gesto salvó de la muerte al menos a una veintena de personas y recordó la conversación que tuvo con la menor en el hospital. «Dijo que sintió como si los ángeles estuvieran con ella», señaló Lyon.
La familia formaba parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el credo mormón.
«Todos tenemos un destino y esta joven tiene un destino», comentó el psicólogo Terry Lyles a la cadena CNN y se mostró convencido de que Cassidy «tiene un propósito en su vida que acaba de comenzar».
El asesino había tenido denuncias previas por malos tratos contra su esposa
Haskell, de 33 años, que fue detenido tras varias horas de persecución ha sido acusado de asesinato. Durante su primera aparición en la corte el pasado viernes se desmayó dos veces mientras el fiscal leía los detalles de sus crímenes.
La prensa estadounidense revela que Haskell había tenido denuncias previas por malos tratos contra su esposa, que llegó a solicitar una orden de alejamiento y con quien tenía tres hijos.
En la negociación de los términos del divorcio en octubre pasado, llegaron a un acuerdo para eliminar la orden de protección a fin de facilitar la custodia de los niños.
Tras la masacre se ha puesto en marcha una recaudación de fondos por internet con el fin de pagar el funeral, los gastos médicos y el cuidado de Cassidy, fondo que el sábado por la noche ya había alcanzado los 237.000 dólares.