«Puedo dar cuenta de que están a salvo y se está cuidando de ellos», ha afirmado Booth tras visitar el lunes a once opositores encarcelados en Yuba, capital sursudanesa, según recoge la emisora Radio Tamazuj.
El diplomático norteamericano pudo visitar a los presos tras «una reunión muy constructiva con su excelencia el presidente y su excelencia el ministro de Asuntos Exteriores».
«Estos individuos me han trasladado su deseo y disposición a desempeñar un papel constructivo para poner fin a la crisis a través de un diálogo político pacífico y una reconciliación nacional», ha explicado. «Observaré cómo aprovecha el Gobierno esta postura constructiva», ha añadido.
Booth fue embajador en Liberia y Zambia con la Administración de George W. Bush y embajador en Etiopía con la de Barack Obama. Ahora es el enviado especial presidencial para Sudán y Sudán del Sur.
Entre los once disidentes del partido de Kiir hay varios exministros y un antiguo »número dos» de Defensa que fueron arrestados la semana pasada tras los combates entre tropas sublevadas y la Guardia Presidencial. Están acusados de intento de golpe de Estado, aunque desde la oposición aseguran que sus medios fueron absolutamente pacíficos y que no tienen nada que ver con el Ejército.
La semana pasada una delegación con rango ministerial de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (una organización comercial que aglutina a ocho países del este de África) intentó sin éxito visitar a estos once detenidos.
El conflicto amenaza con sumir al joven país, escindido de Sudán en 2011, en un conflicto étnico entre los dinkas del presidente Kiir y los nuer del exvicepresidente Machar. El propio Machar, destituido de sus cargos en julio, ha reconocido que comanda las tropas sublevadas, pero ha desmentido que intentara dar un golpe de Estado. Los sublevados controlan ya dos de los diez estados que integran Sudán del Sur.