Catorce millones de estadounidenses se quedarán sin seguro médico en 2018 por la derogación del denominado Obamacare, según un informe de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) que prevé que la cifra suba hasta los 24 millones para el año 2026.
La Oficina, que actúa como organismo independiente y sin adscripción a ningún partido, ha analizado las consecuencias económicas del plan que presentaron la semana pasada los congresistas republicanos, respaldado públicamente por el presidente, Donald Trump.
Según este informe, la nueva ley dejaría sin seguro a 14 millones de personas en sólo un año, mientras que en 2020 la cifra sería ya de 21 millones y en 2026 ascendería hasta los 24 millones. La reforma de Obama, en cambio, incorporó al sistema a unos 20 millones de estadounidenses sin seguro.
En total, alrededor de 52 millones de norteamericanos carecerían de cobertura en el año 2026, mientras que con la actual ley el número estimado sería prácticamente la mitad: 28 millones.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ya anticipó el domingo en una entrevista a la CBS que la Oficina Presupuestaria alertaría de que no tendría cobertura médica «tanta gente» como ahora. «¿Sabes por qué? Porque no es competencia del Gobierno», apostilló.
El dato, no obstante, dará alas a quienes defienden la ley de Obama y amenaza con complicar las aspiraciones republicanas de sacar adelante la reforma antes del receso parlamentario de abril. Varios dirigentes del Partido Republicano también han criticado la medida por considerarla un «Obamacare ‘light'».
DÉFICIT
Trump ha prometido este lunes un plan que «reduce costes, amplía las posibilidades de elección y garantiza el acceso de todos» al sistema sanitario, bajo la premisa de que la actual ley es cara y excede las competencias del Gobierno federal.
El informe de la CBO también examina la repercusión económica del plan republicano y estima que permitiría reducir el déficit en 337.000 millones de dólares en el plazo de una década, principalmente por los recortes del programa público Medicaid y de las ayudas para seguros privados.