«No pretendo de ninguna manera retirarme por completo de la vida pública después del Congreso», ha declarado Harkin en un comunicado. «Sin embargo, voy a dejar que alguien nuevo ocupe mi sitio en el Senado. Creo que es lo correcto no sólo para mi, sino también para Iowa», ha añadido.
En los dos años que aún le quedan en el Senado, Harkin, de 73 años, ha señalado que se centrará en implementar las reformas sanitarias del presidente del país, Barack Obama, en mejorar las oportunidades de trabajo para las personas con algún tipo de discapacidad y en propagar la educación.
«Cuando el actual Congreso termine, habré servido a la Cámara de los Representantes y al Senado de Estados Unidos durante un total de 40 años. Después de 40 años, creo que es el turno de alguien nuevo», ha expresado Harkin.