Hoy es el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto. La campaña #WEREMEMBER pretende mantener viva la memoria de aquellos que sufrieron uno de los mayores genocidios de la historia. Los distintos actos y monumentos al rededor del mundo quieren mantener presente lo ocurrido para honrrar a sus víctimas y que no se vuelva a repetir.
En España las localidades de Albacete, Guadalajara y Toledo impulsarán mociones para recordar a quienes sufrieron los «horrores» en los campos de concentración, ya que cerca de 500 castellano-manchegos fueron deportados a campos de concentración nazis. Además, algunos recuerdan que incluso hoy se dan casos de «limpieza étnica», como la que sufren los rohingya que se encuentran huidos de Bangladesh y acinados en campos de refugiados donde mueren de frío y hambre. Por todo ello, es imprtante recordar algunas de las torturas y experimentos que sufieron los judios en los campos de concentración nazis.
Experimentos genéticos: la raza aria era el objetivo de los nazis: cabello rubio, ojos azules, superhombres de una única raza en todo el mundo; quienes no cumplieran esas características debían ser exterminados. Se llevaron a cabo decenas de investigaciones médicas para analizar la «pureza» de las razas humanas. El protagonista de muchos de estos experimentos fue el doctor Rascher. En el caso de los gemelos, Mengele, uno de los médicos nazis más conocidos, los estudiaba por varios días y tras todas las pruebas necesarias los mataba con una inyección de cloroformo en el corazón.
Congelación e hipotermia: Las muertes y enfermedades causadas por el duro invierno que tenían que enfrentar los militares en el frente llevó a los médicos y científicos nazis a investigar en profundidad los efectos para la salud del frío extremo. Consistía en ver cuánto tiempo tardaba un cuerpo en congelarse hasta la muerte. A las víctimas de estos experimentos se les ponía en tinas de agua helada o desnudos a la intemperie en temperaturas menores a cero grados Celsius, con una sonda rectal que medía su temperatura corporal. La mayoría de los sujetos de investigación moría al llegar a los 25 grados Celsius.
Obligadas a prostituirse e inseminarse: la inseminación artificial de las mujeres judias en los campos era común, de las que se burlaban diciendo que habían inyectado en ellas esperma de animales para crear un monstruo. Además muchas fueron obligadas a prostituirse, se les prometía que iban a ser liberadas después de medio año si trabajaban en el burdel”, pero estas promesas nunca se cumplían. Los propios hombres judios eran obligados a acostarse con ellas siempre bajo vigilancia.
Colas de espera a las puertas de la cámara: a veces las cámaras de gas estaban tan llenas que los guardas de las SS tenían que obligar a algunos prisioneros a esperar fuera, hasta que llegase su turno…escuchaban los gritos de agonía de los que estaban dentro y aguardaban durante horas su propia muerte.
Beber agua de mar: esta tortura fue idea de Hans Eppinger, que buscaba una forma de hacer bebible el agua de mar. Se privó de comida y agua fresca a los gitanos y se los obligó a beber solo agua de mar, por lo que muchos desarrollaron graves enfermedades.