Una coalición global de grupos de derechos humanos, sindicatos, futbolistas e hinchas insta a la FIFA a garantizar que los derechos humanos son una consideración primordial a la hora de elegir qué países pueden ser anfitriones de la Copa Mundial de fútbol masculino de 2030, según una encuesta encargada y publicada por Amnistía Internacional.
Ahora que se espera que el proceso de adjudicación comience en breve, la Sport & Rights Alliance (Alianza de Deportes y Derechos) pide a la FIFA que garantice que el proceso de evaluación de candidaturas refleja los resultados de una encuesta encargada por Amnistía Internacional y llevada a cabo en 15 países, según la cual la mayoría de la opinión pública (el 53%) cree que los derechos humanos deben ser una consideración fundamental a la hora de decidir quién es el anfitrión de grandes eventos deportivos internacionales.
Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, ha manifestado: “Está claro que la opinión pública quiere que los derechos humanos sean una alta prioridad, para que la Copa Mundial sea una celebración del juego que les entusiasma y no proporcione nunca una plataforma para la explotación, la represión o la discriminación.
“La FIFA debe aplicar rigurosamente las más altas normas de derechos humanos a la hora de evaluar todas las candidaturas para acoger su torneo más emblemático, debe pedir planes claros de acción en materia de derechos humanos y debe rechazar toda candidatura que no demuestre de forma creíble la seriedad con la que los riesgos en materia de derechos humanos se prevendrían, se vigilarían de forma independiente y se repararían en caso de cometerse abusos.”
La FIFA introdujo criterios de derechos humanos por primera vez en el proceso de adjudicación de la Copa Mundial 2026, tras las controversias respecto al proceso de conceder los torneos de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente. Se espera que esos criterios se vuelvan a incluir, pero se teme que se puedan esquivar o ignorar en la elección que la FIFA haga de los anfitriones de 2030.
Pese a la introducción en 2017 de su política de derechos humanos y sus criterios de adjudicación, la FIFA no ha realizado evaluaciones adecuadas del riesgo para los derechos humanos al adjudicar otros torneos. Por ejemplo, desde 2017, la Copa Mundial de Clubes se ha concedido a China, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Arabia Saudí, sin un proceso transparente ni consulta con la sociedad civil. También se han cometido violaciones generalizadas de derechos humanos en relación con la Copa Mundial de 2022 en Qatar, pese a que en 2020 la FIFA elaboró una “estrategia de sostenibilidad” que incluía compromisos en materia de derechos humanos. Cientos de miles de trabajadores migrantes siguen sin recibir compensación por los abusos que han sufrido durante la preparación y ejecución del torneo.
El llamamiento se produce en un momento en el que Amnistía Internacional ha publicado los resultados de una encuesta llevada a cabo por YouGov que muestra que la mayoría de la opinión pública (el 53%) de 15 países cree que los derechos humanos —incluidos los derechos laborales, la libertad de prensa y la no discriminación— deben ser una consideración clave a la hora de seleccionar al anfitrión de un gran evento deportivo.
Se espera que para la Copa Mundial masculina de 2030 se presenten candidaturas conjuntas, por ejemplo una de España, Portugal, Marruecos y Ucrania, y otra de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Según se ha informado, Arabia Saudí está preparando una candidatura conjunta con Grecia para 2030 o 2034, en la que se ha planteado a Egipto como posible socio.
La encuesta mostró que, tras la seguridad (57%), la consideración más elegida para determinar quiénes son los anfitriones de un torneo son los derechos humanos (53%). Esta fue una de las consideraciones principales en siete de los países encuestados, y la número uno en Suiza (68%), donde tiene su sede la FIFA. Los derechos humanos como factor clave para determinar los países anfitriones fueron elegidos por el cuádruple de personas (53%) que la cantidad de gente (13%) que eligió como prioridad los “ingresos comerciales para los organismos deportivos”.
Ronan Evain, director ejecutivo de Football Supporters Europe, ha declarado: “Los resultados de la encuesta muestran claramente la importancia que la afición da a los derechos humanos a la hora de determinar quiénes son los anfitriones de grandes eventos deportivos: mucha más importancia que a la política o a los beneficios económicos. Quienes apoyamos el fútbol queremos garantías vinculantes no sólo de que se respetarán los derechos, sino también de que a los trabajadores se les garantizarán condiciones decentes, los periodistas podrán informar libremente y los activistas de derechos humanos podrán hablar sin miedo”.
Andrea Florence, directora de la Sport & Rights Alliance, ha manifestado: “Desde 2017, la FIFA ha realizado importantes progresos en el reconocimiento de sus responsabilidades de derechos humanos. Sin embargo, al adjudicar sus torneos, no ha aplicado sistemáticamente las evaluaciones y consideraciones de derechos humanos. Para demostrar que se toma en serio su propia política y sus estatutos, es fundamental que la FIFA dé la máxima prioridad a los derechos humanos cuando elija al país anfitrión de la Copa Mundial masculina de 2030”.
En la encuesta participaron casi 17.500 personas adultas en 15 países. El año pasado, YouGov les pidió que eligieran de una lista de diez los factores que consideraran que debían ser “consideraciones clave” a la hora de seleccionar al país anfitrión de un evento deportivo internacional, como la Copa Mundial masculina de la FIFA o los Juegos Olímpicos. Las personas encuestadas podían elegir múltiples opciones. La encuesta se llevó a cabo en Alemania, Argentina, Bélgica, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Kenia, Marruecos, México, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Suiza.