Los traficantes de drogas y de armas, y las redes que tratan con personas ganan cada año más dinero que la suma de las economías de Polonia y Argentina, o que la riqueza de Grecia y Arabia Saudí juntas. También obtienen más ganancias que la producción anual de los Países Bajos. Según un informe de la Oficina de Crimen y Droga de la ONU, la delincuencia organizada derivada de estos tres mercados (droga, armas y tráfico de seres humanos) supone el 1,5% del PIB mundial y el 70% de estos ingresos ilícitos se pueden blanquear a través del sistema financiero.
En el documento se habla de que la corrupción es responsable de la fácil entrada de fondos procedentes del narcotráfico y añade que las inversiones con «dinero sucio» distorsionan la economía, porque obstaculiza el crecimiento económico real. El comercio de drogas genera la mitad de las ganancias de la delincuencia organizada: solo el tráfico de cocaína mueve más de 64.600 millones de euros. Sudamérica es epicentro de la producción de coca; por ejemplo, los agricultores andinos obtuvieron 760.000 millones de euros del comercio de cocaína en América Latina.
La cocaína y la heroína son los dos mercados de droga que más dinero generan; suman 116.000 millones de euros, aunque el consumo de ambas sustancias se mantiene estable, e incluso desciende, como en Europa, donde ha tocado techo.
Destacable es el caso de Afganistán, donde la producción de opio aumentó un 133% en Afganistán y genera 1.064 millones de euros, el 9% del PIB. La ONU calcula que el 90% del opio que se consume en el mundo proviene de este país.
La mayor parte del dinero del mercado de la cocaína se blanquea en América del Norte y Europa, pero hay ganancias de otros mercados que se lavan en el Caribe.
El tráfico de personas, un negocio en 161 países
Con respecto a la trata de personas, la ONU advierte de que es un negocio que se ha expandido y que hace circular 24.328 millones de euros. El tráfico de seres humanos tiene más de 12 millones de víctimas y se desarrolla en 161 países del mundo, de forma directa o indirectamente.
Por ejemplo, España es un país de destino y tránsito de hombres, mujeres y niños sometidos a trabajo forzoso y trata sexual. Las víctimas proceden de Europa del Este, América Latina, Asia Oriental y el África subsahariana. También dentro del territorio español pueden operar redes de explotación sexual en clubes de alterne o pisos, un delito que se enmarca en el fenómeno de trata de personas. El negocio de la explotación sexual y laboral mueve en Europa 2.280 millones de euros.
La ONU advierte de que el blanqueo de capitales, que se comete también en países occidentales, puede «perpetuar un ciclo de criminalidad y de tráfico de drogas». Se calcula que entre el 3,3 y el 6,1% de la población mundial de entre 15 y 54 años toma drogas, lo que puede significar 272 millones de consumidores en el mundo. El cannabis es la droga ilegal más consumida, con 203 millones de personas que la toman.