Mientras las fuerzas israelíes continúan intensificando su ataque cataclísmico a la Franja de Gaza ocupada, Amnistía Internacional ha documentado ataques ilegítimos israelíes, incluidos ataques indiscriminados, que han causado gran número de víctimas civiles y deben investigarse como crímenes de guerra.
La organización habló con sobrevivientes y testigos, analizó imágenes de satélite y verificó fotografías y vídeos para investigar los bombardeos aéreos llevados a cabo por las fuerzas israelíes entre los días 7 y 12 de octubre, que causaron una destrucción terrible y, en algunos casos, aniquilaron a familias enteras. A continuación la organización presenta un análisis pormenorizado de sus conclusiones en cinco de estos ataques ilegítimos. En todos estos ataques, las fuerzas israelíes violaron el derecho internacional humanitario, entre otras cosas al no tomar precauciones factibles para proteger a la población civil, atacar de forma indiscriminada sin distinguir entre civiles y objetivos militares o llevar a cabo posibles ataques dirigidos contra bienes civiles.
“En su intención declarada de usar todos los medios a su alcance para destruir a Hamás, las fuerzas israelíes muestran un desprecio escalofriante por la vida de la población civil. Han pulverizado edificios residenciales calle tras calle, matando a civiles masivamente y destruyendo infraestructuras esenciales, mientras Gaza, debido a las nuevas restricciones, se queda rápidamente sin agua, medicamentos, combustible y electricidad. Los relatos de testigos presenciales y sobrevivientes inciden una y otra vez en que los ataques israelíes masacraron familias palestinas, causando tal destrucción que quienes han sobrevivido tienen poco más que escombros para recordar a sus seres queridos”, ha manifestado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Los cinco casos presentados apenas son un arañazo en la superficie del horror que Amnistía ha documentado e ilustran los efectos devastadores de estos bombardeos aéreos en la población de Gaza. El bloqueo ilegal de Israel impuesto durante 16 años ha hecho de Gaza la prisión al aire libre más grande del mundo; la comunidad internacional debe actuar ya para impedir que se convierta en un cementerio gigante. Pedimos a las fuerzas israelíes que pongan fin inmediatamente a los ataques ilegítimos en Gaza y se aseguren de tomar todas las precauciones posibles para minimizar los daños a civiles y bienes civiles. Los aliados de Israel deben imponer de inmediato un embargo integral de armas en vista de las graves violaciones del derecho internacional que se están cometiendo.”
Desde el 7 de octubre, las fuerzas israelíes han realizado miles de bombardeos aéreos en la Franja de Gaza, que han matado a más de 3.793 personas, en su mayoría civiles, y entre ellas más de 1.500 niños y niñas, según el Ministerio de Salud palestino en Gaza. Alrededor de 12.500 han resultado heridas y más de 1.000 cadáveres están aún atrapados bajo los escombros.
En Israel, más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, fueron asesinadas y unas 3.300 resultaron heridas, según el Ministerio de Salud israelí, en un ataque sin precedentes cometido por grupos armados de la Franja de Gaza contra Israel el 7 de octubre. Dispararon cohetes de efecto indiscriminado y desplegaron combatientes en el sur de Israel, quienes cometieron crímenes de guerra, como matar deliberadamente a civiles y tomar rehenes. Las fuerzas armadas israelíes afirman que los combatientes también se llevaron a más de 200 rehenes civiles y prisioneros militares a la Franja de Gaza.
“Amnistía Internacional ha pedido a Hamás y otros grupos armados que liberen de inmediato a todos los civiles tomados como rehenes y dejen de disparar cohetes de efecto indiscriminado. No existe justificación alguna para matar deliberadamente a civiles en ninguna circunstancia”, ha dicho Agnès Callamard.
Horas después de iniciarse los ataques, las fuerzas israelíes comenzaron su bombardeo masivo de Gaza. Desde entonces, Hamás y otros grupos armados han seguido disparando cohetes de efecto indiscriminado contra áreas civiles de Israel, en ataques que también deben ser investigados como crímenes de guerra. Mientras, en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental, 79 personas palestinas —de las cuales 20 eran menores de edad— han muerto a manos de fuerzas o colonos israelíes en pleno repunte del uso excesivo de la fuerza por el ejército israelí y escalada de la violencia de los colonos respaldada por el Estado, lo que Amnistía Internacional también está investigando.
Amnistía Internacional continúa investigando decenas de ataques en Gaza. Este informe se centra en cinco ataques ilegítimos contra bloques residenciales, un campo para personas refugiadas, una vivienda familiar y un mercado. El ejército israelí afirma que sólo ataca objetivos militares; sin embargo, en varios casos Amnistía Internacional no ha encontrado indicios de la presencia de combatientes ni otros objetivos militares en las inmediaciones en el momento de los ataques. Amnistía Internacional ha concluido también que las fuerzas armadas israelíes no tomaron todas las precauciones posibles con antelación a los ataques, como avisar debidamente a la población civil palestina; en unos casos no hubo ningún aviso a los civiles y, en otros, los avisos emitidos fueron insuficientes.
“Nuestra investigación concluye que existen pruebas irrefutables de crímenes de guerra en la campaña de bombardeos israelí que deben investigarse con urgencia. Décadas de impunidad e injusticia, sumadas al grado de destrucción y muerte sin precedentes de la ofensiva actual, sólo pueden dar lugar a más violencia e inestabilidad en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados”, ha afirmado Agnès Callamard.
“Es fundamental que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional acelere la investigación en curso sobre los indicios de crímenes de guerra y otros crímenes de derecho internacional cometidos por todas las partes. Sin no se hace justicia ni se desmonta el sistema de apartheid contra la población palestina, no habrá fin para el terrible sufrimiento de la población civil que estamos presenciando.”
El bombardeo implacable de Gaza está causando un sufrimiento inimaginable a quienes ya se enfrentan a una grave crisis humanitaria. Después de 16 años sometida al bloqueo ilegal de Israel, Gaza tiene su sistema de atención de la salud prácticamente en ruinas y la economía por los suelos. Los hospitales se colapsan, incapaces de atender al escalofriante número de personas heridas, y sufren graves carencias de medicamentos y equipos vitales.
Amnistía Internacional ha instado a la comunidad internacional a pedir a Israel que ponga fin a este asedio total, que impide a la población de Gaza el acceso a alimentación, agua, electricidad y combustible, y que permita urgentemente que llegue ayuda humanitaria a Gaza. Asimismo debe presionar a Israel para que levante el largo bloqueo impuesto a Gaza, que constituye un castigo colectivo a su población civil, un crimen de guerra y una pieza fundamental del sistema de apartheid israelí. Por último, las autoridades israelíes deben rescindir su orden de “evacuación”, que podría equivaler a desplazamiento forzado de la población.