Las protestas pacíficas contra la sentencia del Tribunal Constitucional que limita el acceso al aborto en Polonia, están siendo reprimidas por las autoridades del país. Amnistía Internacional ha denunciado el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades, que incluye el uso de pulverizadores de pimienta, la criminalización de quienes se manifiestan pacíficamente y la incitación a la violencia, por parte de las autoridades, contra las personas que protestan.
El miércoles, mientras las personas que participaban en la Huelga de las Mujeres se congregaban pacíficamente frente al edificio de la televisión pública en Varsovia, la policía las acorraló junto con periodistas que cubrían el evento y usó pulverizadores de pimienta, aseguran en un comunicado.
«Nos horroriza el uso excesivo de la fuerza por la policía, las cargas desproporcionadas contra quienes protestan y los discursos de las autoridades que podrían animar a que se cometan más actos de violencia contra estas personas», explican dese la organización.
“Ante una prohibición casi total del aborto, la ciudadanía de Polonia se ha movilizado de forma impresionante. Sin embargo, no satisfechas con violar sus derechos reproductivos, las autoridades han aprovechado esta oportunidad para reprimir también su derecho a protestar pacíficamente”, ha dicho Nils Muižnieks, director de Amnistía Internacional para Europa.