Según señala, gran parte de los comentarios del mundo eclesiástico analizan «con lucidez» el éxito de la consulta popular y reconocen «la distancia en ciertas materias entre la sociedad y la Iglesia». En todo caso, admite que el ‘sí’ ha ganado con demasiado margen «para no aceptar la derrota».
El diario se hace eco de unas declaraciones del arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, en una entrevista con ‘La Stampa’, sobre una «revolución cultural» y destacando que «la Iglesia debe preguntarse cuándo ha comenzado esta revolución cultural y por qué algunos se han negado a ver este cambio».
Para monseñor Martin, «es necesario revisar la pastoral juvenil» porque, según precisa, «el 90 por ciento de los jóvenes que han votado ‘sí’ a la legalización del matrimonio homosexual, estudiaron en escuelas católicas».
A su juicio, la decisión refleja «la situación actual de la cultura irlandesa» donde «prevalece una idea individualista de la familia». «Si no –añade ‘L’Osservatore Romano’– no se entiende la amplia mayoría obtenida».
El periódico también cita al secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, Nunzio Galantino, para indicar que la línea de la Iglesia es clara: no acepta la equiparación entre las uniones de personas homosexuales y la «familia constitucional».
Para el secretario general de la CIE, que se ha pronunciado sobre el tema en una entrevista con ‘Il Corriere della Sera’, habría que poner las razones sobre una «mesa horizontal» porque, a su parecer, «no se puede dar una respuesta simplificada a una realidad compleja».