El trabajo en común se centrará en la observación oceánica, el intercambio de datos, la interoperabilidad y coordinación de infraestructuras, el cartografiado del fondo marino y del hábitat bentónico, y la movilidad de los investigadores.
«Quizás sepamos más de la luna y de Marte que de los fondos marinos», ha lamentado la comisaria europea de Investigación y Ciencia Máire Geoghegan-Quinn, quien ha confiado en que esta alianza permita «contribuir significativamente al control de problemas como el cambio climático y la seguridad alimentaria».
El objetivo de la cooperación entre estas regiones es «conocer mejor» el Atlántico para favorecer su gestión sostenible y para estudiar también su interacción con el Ártico, en especial en cuestión de cambio climático.
La comisaria responsable de Pesca, Maria Damanaki, también ha celebrado este acuerdo y ha destacado que esta iniciativa no sólo interesa a los cinco países atlánticos de la UE, sino que está abierta a investigadores de dentro y fuera de Europa.