El parlamento turco ha aprobado hoy una estricta legislación para restringir la venta y la publicidad de alcohol en el país. Según la nueva ley, no se podrá comerciar con bebidas alcohólicas a menos de 100 metros de mezquitas o escuelas.
El partido AKP, actualmente en el gobierno y con raíces en el Islam, dice que la ley protegerá a la población turca, particularmente los jóvenes, de los efectos nocivos del alcohol.
Los críticos del gobierno aseguraron que la medida responde a un intento de imponer una agenda islámica en Turquía, un país laico pero predominantemente musulmán. Por eso, las protestas del sector laico no se han hecho esperar y ayer muchos jóvenes convocaron botellones por Internet en diferentes zonas de las grandes ciudades.
La ley prohibirá la venta de alcohol desde las 10pm hasta las 6am y evitará que los productores de bebidas alcohólicas patrocinen eventos.
Atacan a quien se besa en la calle
La primera ‘Acción por el beso’, a la que acudieron espontáneamente varios centenares de manifestantes, fue atacada el pasado viernes por una veintena de islamistas, según han informado este domingo las televisiones turcas. El acto fue organizado el mismo día, a través de las redes sociales en internet, en reacción a un anuncio en el metro dirigido en el que se insta a los jóvenes que se besan en público a que se comporten de forma «moral».
«Queridos pasajeros, por favor mantengan un comportamiento en concordancia con las normas generales de la moral», reza del texto del llamamiento. «¿Qué moral general es ésa?», preguntaron, cantando y entre besos, las parejas concentradas en la estación de metro Kurtulus, en el centro de la capital turca. Gritando «Dios es grande» y «El islam será victorioso incluso si derramamos nuestra sangre», una veintena de personas atacaron a los activistas, hiriendo a algunos de ellos.
Los manifestantes ven en el citado anuncio un nuevo paso en una estrategia para interferir en la vida cotidiana de los ciudadanos por intereses religiosos conservadores. La oposición laica acusa al gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de llevar a cabo una paulatina islamización de la sociedad turca. Cuando, tras besarse, las parejas se dispersaban bajo el control de la policía, un grupo de cinco islamistas radicales atacó a algunas de ellas antes de escapar en un taxi.