La Casa Blanca ha confirmado este viernes la congelación de las principales sanciones contra la República Islámica, aunque ha dejado claro que es «la última» prórroga que dictará Trump. En este sentido, el presidente estaría decidido a romper definitivamente el acuerdo nuclear si no se producen avances en los próximos meses.
«Pretende trabajar con nuestros socios europeos en algún tipo de acuerdo relacionado que contemple ciertos límites que el régimen iraní no puede exceder en relación a los misiles balísticos, al periodo de remisión nuclear», ha explicado ante los periodistas un portavoz presidencial, según el portal de noticias The Hill.
La Administración ha hecho coincidir el esperado anuncio con otra ola de sanciones contra 14 individuos y entidades de Irán por incurrir en violaciones de Derechos Humanos o actos de censura o por tener relaciones con organizaciones vinculadas a la carrera armamentística iraní.
Entre los últimos nombres incluidos en la ‘lista negra’ de Washington destaca el del presidente del Tribunal Supremo, el ayatolá Sadeq Larijani, considerado un cercano aliado del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, y «responsable de ordenar, controlar o dirigir la comisión de graves violaciones de los Derechos Humanos».
El Tesoro norteamericano considera que Larijani, como máxima autoridad judicial, es el último responsable administrativo de una batería de sentencias que «contravienen las obligaciones internacionales» y que incluyen la ejecución de personas condenadas por delitos cometidos siendo menores, así como de «las torturas y los tratos crueles, inhumanos y degradantes» infligidos a presos.
El Gobierno de Trump también ha sancionado a la prisión Rajaee Shahr y a su actual responsable, Gholmreza Ziaie, por los abusos que se habrían cometido en estas instalaciones.
Los castigos se dirigen también contra varias entidades iraníes vinculadas a Internet, entre ellas la unidad de ciberdefensa de la Guardia Revolucionaria, y dos firmas de aviación que suministrarían servicios clave a Teherán, según la nota difundida por el Departamento del Tesoro.
Las sanciones no se limitan a individuos y entidades iraníes, sino que en dicho comunicado se cuelan una empresa malasia y un ciudadano chino, Shi Yuhua, acusado de trabajar para Wuhan Sanjiang Import and Export, una empresa que ya figuraba en la ‘lista negra’ por hacer negocios con una firma iraní controlada por el Ejército. La vertiente china incluye también a la empresa Bochuang Ceramic.
EEUU «NO SE QUEDARÁ PARADO»
El secretario del Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, ha advertido de que «Estados Unidos no se quedará parado mientras el régimen iraní sigue perpetrando abusos de los Derechos Humanos e injusticias». Mnuchin ha recriminado al régimen de los ayatolás el «terrible mal trato a sus ciudadanos», lo que pasa por detener a quienes se manifiestan pacíficamente y censurar la disidencia.
«También nos dirigimos contra el programa de misiles balísticos de Irán y las actividades desestabilizadoras, que (Teherán) sigue anteponiendo el bienestar del pueblo iraní», ha subrayado Mnuchin.