El Gobierno de Nuevo León, situado en el noreste de México, ya había apuntado que esta pelea entre miembros de Los Zetas y del Cártel del Golfo pudo ser una «distracción» para facilitar una fuga. El gobernador, citado por »Milenio», ha confirmado esta sospecha y ha asegurado que los reos fallecidos pertenecían al Cártel del Golfo y los huidos son miembros del de Los Zetas.
Medina ha instado a la procuraduría a intensificar la búsqueda de los 30 presos que se encuentran en paradero desconocido. Las autoridades ofrecen una recompensa de hasta 10 millones de pesos (unos 600.000 euros) a cambio de información que permita su captura.
Las autoridades sospechan que algunos funcionarios colaboraron con los presos para permitir la fuga, lo que ha llevado al gobernador a apartar de sus cargos a varios responsables de la seguridad penitenciaria.