El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y ‘Timochenko’ rubricaron el nuevo texto de La Habana en una ceremonia celebrada el jueves en el Teatro Colón de Bogotá, un recinto cerrado con capacidad para 800 personas entre las que no había líderes internacionales.
El acto fue muy distinto al del 26 de septiembre en Cartagena de Indias, cuando se firmó el acuerdo original. El escenario fue la explanada de la Academia Naval y el público unas 2.500 personas vestidas de blanco, entre ellas más de 30 mandatarios extranjeros.
«Yo hubiera querido que este acto lo hubiéramos hecho en un escenario distinto, acompañado de aquellos que le metieron el hombro para que esto saliera adelante», ha dicho el jefe de la guerrilla en una entrevista concedida este viernes a la agencia de noticias Prensa Rural.
«Yo le había hecho la propuesta por teléfono al presidente Santos de que lo hiciéramos en la Plaza Bolívar, al lado del campamento de paz, y que incluso este acto sirviera de clausura de los campamentos. Pero bueno, ellos le tienen miedo al pueblo», ha lamentado.
La contención que marcó la última firma obedece al actual clima político en Colombia. Los partidarios del ‘no’, que obligaron a reformar el primer borrador tras su triunfo en el plebiscito del 2 de octubre, han rechazado la nueva versión porque consideran que no incluye los cambios fundamentales.
«AUNAR ESFUERZOS»
‘Timochenko’ ha subrayado que, en cualquier caso, «lo importante es el hecho en sí mismo». «De aquí para delante esperamos que salga refrendado en el Congreso» para seguir avanzando «con más energía y más entusiasmo hacia la implementación», ha apuntado.
El líder insurgente ha instado a «aunar esfuerzos» para lograr la aplicación del acuerdo de paz. «Para eso se necesita mucha unidad de todos los sectores que queremos la paz, independientemente de las opciones ideológicas, políticas y religiosas», ha recalcado.
No obstante, ha admitido que va a ser necesario «un trabajo pedagógico» porque «hay mucha distorsión sobre lo que se integró en el acuerdo de paz». «Esperemos poder estar en contacto con todos los sectores interesados en conocer de nuestra propia voz cuáles son las expectativas», ha confiado.
‘Timochenko’ ha insistido en la necesidad de implementar pronto lo pactado ante la nueva ola de asesinaros de activistas y líderes sociales. «Las fuerzas de la derecha siempre harán lo imposible para que quienes hemos optado por el camino de la paz nos echemos atrás (…) Pretenden generar miedo», ha alertado.
La respuesta debe ser «distinta», ha considerado, en alusión al exterminio de la Unión Patriótica, partido político surgido de la desmovilización de las guerrillas en la década de 1980. «No podemos seguir exponiéndonos. Hay que elevar la vigilancia y hay que hacernos acompañar, en eso es muy importante la comunidad internacional», ha dicho.
‘SIMÓN TRINIDAD’
Por otro lado, el comandante de las FARC ha reiterado que «peleará hasta el último momento» por lograr la excarcelación de ‘Simón Trinidad’, condenado a 60 años de prisión en Estados Unidos por secuestrar a ciudadanos norteamericanos.
Desde el inicio de las negociaciones de paz, en otoño de 2012, las FARC han reclamado la presencia de ‘Simón Trinidad’ en la mesa de conversaciones de La Habana, pero Estados Unidos se ha negado a liberarle. «No han hecho el esfuerzo que nosotros quisiéramos», ha reprochado al Gobierno.