«Quiero decir al pueblo de Sudán del Sur que nunca hemos atacado a las tropas gubernamentales. Es el Gobierno el que ha estado lanzando ataques contra nuestras posiciones para forzarnos a firmar el acuerdo (de paz)», ha dicho.
«Nunca nos rendiremos y nuestra gente resistirá a este régimen. Nos defenderemos a nosotros mismos y a los derechos del pueblo de Sudán del Sur hasta que encontremos una solución a nuestros problemas para reconstruir nuestro país y reconciliar a nuestra gente», ha agregado.
Cirillo, que se ha negado a firmar el acuerdo de paz ratificado por Kiir y el principal líder rebelde, Riek Machar, ha señalado que el mismo «no traerá la paz a Sudán del Sur y no devolverá el poder a la población», según ha informado la emisora Radio Tamazuj.
«Queremos un acuerdo de paz que pueda hacer frente a las causas que están en la raíz del conflicto en Sudán del Sur para poder poner fin a la guerra. Nos negamos a firmar el acuerdo. Creemos que no es una solución a nuestros problemas», ha defendido.
Las palabras del líder rebelde han llegado un día después de su reunión con el enviado especial para Sudán del Sur de la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo de África Oriental (IGAD), Ismail Wais, quien recalcó la necesidad de poner fin a las hostilidades.
Según un comunicado publicado por el organismo regional, Wais pidió a Cirillo «que dé a los actuales contactos una oportunidad de éxito silenciando las armas», al tiempo que pidió al resto de partes implicadas en los enfrentamientos que respeten el acuerdo de alto el fuego.
LOS ÚLTIMOS ENFRENTAMIENTOS
La violencia estalló el 19 de enero y enfrenta al Ejército sursudanés con miembros del FSN. Además de impedir el acceso de la ayuda humanitaria a las zonas afectadas, los enfrentamientos también han provocado un éxodo difícil de cuantificar por ahora.
Las fuerzas de Kiir y las de Machar, antiguo vicepresidente, se han enfrentado desde finales de 2013. Las dos partes firmaron en septiembre el último acuerdo de paz, con el que se comprometieron a compartir el poder y a poner fin a la guerra civil en Sudán del Sur.
Este acuerdo contempla la restitución de Machar en el puesto de vicepresidente, así como la creación de un Gobierno de unidad en el que tendrá la mayoría el actual Ejecutivo. Asimismo, Kiir permanecerá en el puesto de presidente.
Las partes tendrán ahora ocho meses para formar un gobierno de transición, que estará en vigor durante un periodo de tres años.
Los combates en Sudán del Sur han desarraigado alrededor de una cuarta parte de sus 12 millones de habitantes, han destruido la producción de petróleo y han arruinado una economía ya de por sí muy empobrecida.