El Gobierno norteamericano confirmó el martes que Al Bashir había solicitado un visado para acudir a la Asamblea. Aunque Washington no ha revelado cuál será su respuesta y ha tachado de «deplorable» la mera petición.
Sobre Al Bashir pesan dos órdenes de arresto –de 2009 y 2010– por cargos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad relacionados con la represión en la región de Darfur, por lo que el TPI ha pedido a Estados Unidos en una nota que arreste al mandatario sudanés y le entregue a la corte «en caso de que entre en su territorio».
Washington no forma parte del TPI, por lo que legalmente no estaría obligado a cooperar, pero ha pedido en reiteradas ocasiones que Al Bashir rinda cuentas por los presuntos crímenes cometidos en Darfur. El tribunal ha recordado que la situación de la región sudanesa fue llevada ante La Haya por el Consejo de Seguridad de la ONU, órgano del que Estados Unidos es miembro permanente.
El Gobierno sudanés, por su parte, considera exageradas las acusaciones del tribunal y no reconoce su autoridad. Al Bashir ha viajado a otros países –principalmente por África– a pesar de las órdenes de arresto.