El tribunal ha sostenido que una persona condenada a una pena de más de dos años de cárcel no puede concurrir a los comicios a menos que hayan pasado cinco años desde el final del cumplimiento de la pena, algo que no ocurre en este caso.
La líder opositora, de 72 años y detenida desde el pasado mes de febrero, fue condenada en octubre junto a tres de sus asesores por malversar 31,5 millones de takas (unos 329.000 euros) cuando era primera ministra –entre 2001 y 2006–.
En ese caso fue sentenciada a siete años de prisión, una pena que se suma a otra de cinco años dictada en febrero y que, en la práctica, amplía en dos años el tiempo que la actual líder opositora deberá pasar en prisión.
En respuesta, el secretario general del partido gubernamental Liga Awami de Bangladesh (BAL), Obdaidul Qader, ha recalcado que el veredicto será respetado, según ha informado el diario bangladeshí ‘The Daily Star’.
Por contra, el secretario general del opositor Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP), Mirza Fajrul, ha condenado el fallo y ha señalado que tiene como objetivo evitar que la líder de la formación se presente a las elecciones.
La comisión electoral de Bangladesh anunció el 12 de noviembre el aplazamiento de las elecciones generales hasta el 30 de diciembre, una semana más tarde de lo previsto, tras las peticiones de varios partidos opositores para contar con más tiempo para preparar los comicios.
El organismo había anunciado apenas una semana antes que los comicios tendrían lugar el 23 de diciembre, después de que el partido gubernamental rechazara establecer un Ejecutivo interino antes de las elecciones.
Una de las agrupaciones que había abogado por el aplazamiento es el Jatiya Oikyafront, una coalición integrada por 20 partidos y encabezada por el BNP, que había apostado igualmente por la creación de un gobierno interino para garantizar la limpieza de las elecciones.
Sin embargo, la BAL rechazó el 7 de noviembre la petición argumentando que ello supondría violar la Constitución. El partido aceptó una semana antes abrir un proceso de conversaciones con la oposición para abordar el asunto, si bien finalmente rechazó esta posibilidad. En 2014, el BNP boicoteó los comicios al rechazarse esta misma solicitud.
Zia y su formación han denunciado que los cargos contra la ex primera ministra forman parte de una campaña para sacarla a ella y a su familia de la primera línea política. Los líderes del BNP han denunciado que más de 3.500 simpatizantes del partido han sido detenidos en los últimos dos años.
La primera ministra, Sheij Hasina, y Zia mantienen desde hace años una dura rivalidad y sus familias han estado dominando la política bangladeshí durante más de dos décadas.