La llegada al poder en Kiev de dirigentes que planean darle prioridad a las relaciones con la Unión Europea, y ya no con Rusia, plantea serios problemas al presidente Putin, que quisiera mantener a Ucrania en la órbita rusa.
Hay que recordar los lazos que buena parte de la población oriental y meridional de Ucrania (sobre todo a zonas como por ejemplo Crimea, Donetsk o Odessa) tiene con el vecino oriental, con minorías rusas. Por otro lado, parte de la población ucraniana étnica en aquellas regiones utiliza el ruso en su vida diaria y también en los ámbitos, cultural e informativo. ¿Cómo conseguirá el Kremlin mantener a Ucrania en su órbita?
Dispone de varios medios para presionar a Ucrania. El principal es la situación económica. Moscú es el primer socio comercial de Ucrania, que depende casi totalmente de Rusia en materia de recursos energéticos. Además, un cuarto del comercio exterior de Ucrania se realiza con su poderoso vecino ruso.
La situación financiera Ucraniana a corto plazo es también una bomba de relojería. En los próximos 18 meses, el país necesita hacer frente a una deuda de 17.000 millones de dólares en concepto de facturas por el gas y pagos de deuda. Incluyendo el sector privado, Ucrania afronta una deuda por valor de 60.000 millones de dólares en los próximos 12 meses, es decir cerca de un tercio del PIB.
Las autoridades rusas han sido cautas a la hora de valorar la destitución de Yanukovich. A la espera de que se manifieste el presidente Vladimir Putin varios cargos importantes rusos han explicado las consecuencias que para la Ucrania tendrá permanecer en la UE.
El primer ministro Dimitri Medvedev estimó que la legitimidad de los órganos de poder en Ucrania planteaba «serias dudas» y el ministerio de Exteriores denunció medidas antirrusas, «métodos dictatoriales y a veces terroristas».
El ministro de Economía, Alexei Uliukaev, había advertido que Rusia aumentaría los aranceles a los productos ucranianos si Kiev se acercaba a la UE. «Lo que le decimos a Ucrania es: por supuesto que tienen derecho a elegir su camino. Pero en ese caso nos veremos en la obligación de aumentar los aranceles a la importación», declaró.
En el plano militar, Rusia también tiene de qué preocuparse, ya que Ucrania podría desear ingresar en la OTAN y revisar el acuerdo relativo a la base de Sebastopol (Crimea), que brinda un acceso directo al Mediterráneo a la flota rusa del Mar Negro.
La nueva situación en Kiev compromete seriamente el proyecto de Putin de crear una unión económica de países exsoviéticos, el cual perdería sentido sin Ucrania, un país de 46 millones de habitantes, con un fuerte potencial agrícola e industrial.