El Gobierno del Reino Unido ha dado un paso atrás en su controvertido plan de »Gran Hermano digital» para vigilar los correos electrónicos y el uso de las redes sociales. Según publica el diario »The Independent», tras la tormenta política el Ejecutivo de David Cameron ha decidido posponer el proyecto y esperar a recibir más propuestas para elaborar la legislación.
Pese a este gesto, el primer ministro Cameron cree necesario dar a la policía más poderes para controlar el uso de las redes sociales y las comunicaciones a través de Internet, porque «hay lagunas» en la seguridad del país.
El socio de gobierno, Nick Clegg, anunció ayer que se publicará un borrador con las medidas, que se someterá a consulta para que sea matizado y se incorporen otras propuestas. La decisión de negociar el texto se produce tras las críticas por parte de todos los grupos de la cámara británica.
Según el diario »The Independent», con este nuevo trámite la norma no se pondría en práctica hasta dentro de un año.
A pesar de las condenas de grupos de libertades civiles y de diputados de todas las filas políticas, Cameron defiende el control de las llamadas telefónicas, los mensajes de texto y los correos electrónicos de la población. Asegura que su obligación es «hacer todo lo que sea necesario» para mantener la seguridad del país.
Cameron insiste en que «se respetarán» las libertades civiles , pero ve justificado esta vigilancia ante «amenazas» a la seguridad.
Por su parte, Nick Clegg señala que los terroristas y criminales utilizan nuevos sistemas de comunicación, como el servicio de vídeollamadas por internet Skype, y que esto hay que controlarlo. Pero el líder del Partido Liberal duda que se pueda dar a la Policía la potestad para acceder a todos los contenidos de los mensajes y llamadas de teléfono.