El régimen sirio prevé emplear «como último recurso» armas químicas contra su población, sostiene un general sirio desertor, presentado como el exjefe del arsenal químico del país, en una entrevista publicada este miércoles por el diario británico The Times.
El general Adnan Sillu asegura que desertó hace tres meses después de participar en reuniones de alto nivel sobre el uso de armas químicas contra los rebeldes y la población.
«Teníamos discusiones serias sobre el empleo de armas químicas, incluyendo la manera de utilizarlas y en qué zonas», declaró el oficial a The Times.
«Lo discutimos como un último recurso, como la pérdida por el régimen del control de una zona importante como Alepo», añade el exgeneral.
Entrevistado en Turquía, Sillu expresó su convencimiento de que el régimen de Damasco podría recurrir a armamento químico contra la población y que esas discusiones lo llevaron a desertar.
La revista alemana Der Spiegel aseguró el lunes que el Ejército sirio realizó ensayos con armas químicas a finales de agosto cerca de Safira, al este de Alepo.
Cinco o seis obuses sin sustancias químicas dentro pero destinados a una guerra química, fueron lanzados de carros blindados o aviones contra un terreno bautizado Diraiham, en el desierto, cerca de Chanasir, que pasa por ser el mayor centro de ensayos de armas químicas en Siria, según el semanario, que citaba a testigos.
Unos oficiales iraníes, seguramente guardianes de la revolución, acudieron al lugar con tal ocasión en helicóptero, según la misma fuente.
Siria posee suficiente armamento químico para provocar una catástrofe humanitaria
Los activistas opositores sirios ya a alertaron en febrero del riesgo de ataque químico. Creían al gobierno de Al Assad capaz de utilizar cualquier medio para eliminar de raíz cualquier vestigio de oposición.
Una de las ciudades más amenazadas era la de Homs, que, según contaron fuentes de la oposición siria, fue ya objeto de ataques con armamento químico.
En los últimos años, con el apoyo de Irán, el régimen sirio se ha provisto de armamento químico como gas mostaza o los agentes nerviosos sarín o VX, según un informe del Centro estadounidense de Estudios Estratégicos e Internacionales.
El agente nervioso es uno de los tipos de armas químicas más tóxicas y que más rápido se extienden. El VX es el más potente de ellos y cualquier contacto físico con su forma líquida provoca la muerte, a no ser que sea limpiado de forma inmediata. El sarín puede provocar convulsiones, parálisis o fallo respiratorio, que pueden llevar a la muerte.