Mursi, que está detenido por el Ejército desde que fue derrocado el pasado 3 de julio, es acusado de colaborar con Hamás para orquestar su fuga de la prisión de Wadi al Natroun en 2011 durante el levantamiento contra el presidente Hosni Mubarak así como de destruir los archivos policiales durante las protestas.
Asimismo, el exmandatario se enfrenta a cargos de espionaje y de atacar comisarías con la intención de matar y secuestrar a agentes y detenidos durante las protestas.