El acusado, Frederico Carvalhao Gil, fue detenido en 2016 en Roma junto a un supuesto espía ruso y, tras analizar las pruebas presentadas contra él, finalmente el tribunal ha decidido condenarle este jueves a seis años y medio por espionaje y a dos años y dos meses por corrupción pasiva.
Carvalhao Gil, que ha sido sentenciado a puerta cerrada, deberá permanecer bajo arresto domiciliario y vigilado con una pulsera electrónica. Su defensa ya ha anunciado que recurrirá la condena, según informa el diario luso ‘Publico’ en su edición digital.
La Fiscalía apuntó que Carvalhao Gil vendía por 10.000 euros cada secreto de Estado a su supuesto comprador, identificado como Sergei Nicolaevich Pozdniakov. La información que habría filtrado el miembro del SIS, con 20 años de carrera a sus espaldas, tenía que ver con aspectos de seguridad, relativos principalmente a la Unión Europea y a la OTAN.
El Ministerio Público portugués intentó en un principio juzgar también al presunto espía ruso, aunque Italia rechazó la extradición y terminó dejándolo en libertad. De esta forma, Nicolaevich Pozdniakov pudo regresar a Rusia.