El joven de 25 años que la noche del 31 de diciembre apuñaló a tres personas en una estación de tren de Mánchester ha quedado detenido bajo la Ley de Salud Mental, a pesar de lo cual la investigación por actos de terrorismo sigue abierta, ha informado este martes la Policía de la ciudad británica.
«El hombre de 25 años que fue detenido la pasada noche después de un incidente en la estación Victoria de Mánchester ha sido evaluado por un especialista médico y ha quedado detenido bajo la Ley de Salud Mental», ha dicho el cuerpo de seguridad en un escueto comunicado.
No obstante, la Policía de Gran Mánchester ha aclarado que, pese a lo que parece ser un giro en la investigación, el caso por terrorismo sigue en marcha.
Además, ha indicado que «no hay nada que sugiera la implicación de otras personas en este ataque, si bien confirmar esto sigue siendo una prioridad de la investigación». Así, los registros en la zona de Cheetham Hill continuarán.
El jefe de la Policía de Gran Mánchester, Ian Hopkins, había anunciado horas antes en rueda de prensa que las pesquisas se planteaban como «una investigación terroristas», aunque recalcó que todas las opciones seguían abiertas.
El ataque se produjo a última hora del lunes. Un productor de BBC que fue testigo de los hechos ha relatado que el hombre atacó a varias personas en la estación de tren al grito de «Alá» y diciendo que lo hacía por «los bombardeos en otros países». El atacante fue detenido en apenas unos minutos.
Los heridos, una mujer y un hombre de unos 50 años, se encuentran en estado grave pero su vida no corre peligro, de acuerdo con la Policía. Un agente de unos 30 años también ha recibido una puñalada en el hombro pero ya ha sido dado de alta a primera hora de la mañana del martes.
La Policía ha anunciado que intensificará su presencia en Máncheste, donde en mayo de 2017 se registró un atentado suicida a la salida de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. Murieron 22 personas, la mayoría jóvenes y adolescentes.
«Los acontecimientos de esta noche habrán preocupado comprensiblemente a la población pero tengo que subrayar que (…) no hay información de Inteligencia que sugiera una amenaza más amplia en estos momentos», dijo el comisario jefe adjunto, Rob Potts, en un comunicado anterior.
Reino Unido se encuentra en su segundo nivel de amenaza más alto, lo que significa que se considera altamente probable que se produzca un ataque.
«Mis pensamientos están con quienes resultaron heridos en el presunto ataque terrorista en Manchester la pasada noche», ha escrito la primera ministra, Theresa May, en la cuenta de Twitter de Downing Street. «Agradezco a los servicios de emergencia por su valiente respuesta», ha añadido.