«Personalmente, siempre he sentido que alguien tenía que tener conocimiento de lo que estaba pasando en aquella vivienda», ha declarado en una entrevista concedida a la cadena norteamericana CBS. «No olvidemos que su vivienda era el complejo más grande en aquella zona», ha agregado Panetta.
Sobre el carácter secreto de la operación, Panetta ha alegado que «habían visto helicópteros militares sobrevolando dicho complejo y, por esta razón, nos preocupó al pensar que si hacíamos partícipe a Pakistán en esto, Bin Laden pudiera escapar».
No obstante, Panetta ha recalcado que «es una opinión personal» y que «no tiene pruebas» de que nadie en el Gobierno de Pakistán conociera el paradero de Bin Laden.
El secretario de Defensa estadounidense ha realizado estas declaraciones, precisamente, en un momento en el que las relaciones bilaterales con Islamabad comenzaban a experimentar síntomas de mejora después de varios meses de sucesivas tensiones diplomáticas.
La «violación de la soberanía nacional» que supuso aquella operación, a ojos de Pakistán, y la matanza de 24 soldados paquistaníes en noviembre en un ataque perpetrado por aviones no tripulados estadounidenses minó completamente los lazos bilaterales entre ambos países.
Entre otros asuntos, desembocó en la salida de las tropas norteamericanas de muchas e importantes bases militares que Estados Unidos tenía en Pakistán, así como la suspensión del permiso de circulación a convoyes de suministro de la OTAN por territorio paquistaní.