«El PLJ pide a la gente libre de Egipto que boicotee el llamado referéndum. Esta Constitución nula e inválida ha sido redactada por una minoría y está diseñada para dar inmunidad a los asesinos que lideraron el sangriento golpe de Estado (ejecutado el 3 de julio contra el entonces presidente Mohamed Mursi), que fue un insulto a la dignidad y la voluntad de los egipcios», ha dicho a través de un comunicado.
La nueva Constitución es el primer paso en el plan de transición política elaborado por el Ejército tras derrocar a Mursi y que debería concluir con la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales el próximo año.
El lunes, el alto cargo de la principal coalición islamista, la Alianza Nacional en Apoyo a la Legitimidad, Nasr Abdel Salam anunció que la formación llamará al boicot del referéndum constitucional y sostuvo que la coalición islamista rechaza «cualquier votación celebrada bajo mandato militar», en referencia a las autoridades interinas del país.
En esta misma línea se expresó la formación salafista Gamaa al Islamiya, que también aseguró que boicoteará el referéndum. El miembro del Consejo de la Shura del partido Safuat Abdel Ghani argumentó que la nueva Constitución «confisca la identidad islámica del país y se atrinchera en un secularismo salvaje».
Los Hermanos Musulmanes ganaron todas las elecciones que se celebraron el año pasado tras la caída del presidente Hosni Mubarak en 2011 tras multitudinarias manifestaciones contra su régimen autoritario.
EL PROYECTO
El proyecto constitucional, aprobado el 1 de diciembre, preserva las amplias competencias del Ejército y permite al presidente interino convocar elecciones presidenciales a la vez o incluso antes que las legislativas.
Además, permite que los tribunales militares sigan procesando a civiles en casos de asalto a instalaciones castrenses y prohíbe la creación de partidos políticos religiosos.
El texto es el resultado del trabajo de 50 representantes de partidos políticos y sectores sociales egipcios nombrados por el presidente interino, Adli Mansur, en virtud de la »hoja de ruta» de transición anunciada por los principales partidos políticos no islamistas tras el golpe de estado de julio.
La comisión constitucional estaba dominada por liberales e izquierdistas y presidida por Amr Musa, el exsecretario general de la Liga Árabe y candidato a la presidencia. En ella solo había dos islamistas que respaldaron la actuación del Ejército contra Mursi.