La ofensiva judicial chavista contra la destacada diputada María Corina Machado y dos alcaldes de la oposición está desencadenando nuevas protestas en las calles de Venezuela y elevando la tensión en un país polarizado. Al menos tres personas han fallecido en las manifestaciones contra el Gobierno de Maduro y para este jueves han convocadas nuevas marchas.
La maquinaría judicial del sistema venezolano ha apuntado en las últimas horas a Daniel Ceballos, el alcalde de San Cristóbal, el epicentro de las protestas contra el sistema de Maduro. San Cristóbal, la capital del Táchira, ha sido escenario de protestas que han dejado en el último mes 1.854 detenidos y más de 30 muertos.
Según el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, Daniel Ceballos, está acusado por «rebelión civil» durante las protestas que sacuden al país desde principios de febrero.
«Esto es un acto de justicia ante un alcalde que no solamente dejó de cumplir las obligaciones que le impone la ley y la Constitución, sino que facilitó y apoyó toda la violencia irracional que se desató en la ciudad de San Cristóbal», cuna de las manifestaciones, afirmó el ministro.
Este arresto puede encender la mecha en un país polarizado y después de un mes de protestas y violencia en las calles, que se han saldado con más de 30 muertos y 1.500 detenidos.
El chavismo se ha dispuesto a descabezar el ala de la oposición que ha aupado las manifestaciones. Un Gobierno de Maduro, vencedor de las elecciones municipales, que pone la cara dura ante el descontento popular. Una reacción que contrasta con las surrealistas apariciones de Hugo Chávez en forma de pajarito.
A la detención de Ceballos, se suma la condena de diez meses de cárcel del alcalde de San Diego, Enzo Scarano. El regidor fue cesado de sus funciones por «desacato» en sus funciones durante las protestas opositoras.
Maduro acalla las protestas con detenciones y se siente fuerte electoralmente. No hay que olvidar que las urnas le dieron el apoyo en los comicios locales. El chavismo ganó las elecciones municipales en Venezuela al sumar 5,1 millones de votos (49,2%) frente a 4,4 millones de votos de la opositora Mesa de la Unidad (MUD), que había planteado la elección como un plebiscito sobre el desempeño del presidente, Nicolás Maduro.
Una venezolana de izquierdas: «Lo que pasa es de corte dictatorial y tiránico»
Mónica Pedrayes, venezolana y militante del PSOE de la corriente Nuevo Socialismo, considera que la situación política en Venezuela es «insostenible» y que la actuación del Gobierno de Maduro es «de corte dictatorial y tiránico». «¿Qué sistema democrático encierra con tanta alegría a la oposición?», se pregunta Pedrayes, que incide en que no se respeta la libertad de expresión y que la gente está cansada de opresión.
Relata que la gente vive asustada, que hay comandos armados en edificios y los vecinos se atrincheran para evitar que las armas entren en las viviendas. Vive con indignación y tristeza lo que pasa en su país, donde «Maduro está radicalizando a la población».
En su opinión, las protestas ya no se paran porque «la gente está cansada» de persecución y añade que el chavismo ha logrado con la opresión convertir a los opositores, como Leopoldo López, en héroes. También, a la sociedad que se levanta contra el sistema.
Pedrayes critica la actuación de la izquierda internacional ante la crisis política de Venezuela: «Hace un flaco favor defendiendo lo que pasa allí. No es de recibo. En el día a día, lo que se vive allí es opresión».
Teme más violencia en un país que sufre altos índices de criminalidad. «En parte estamos cerca de vivir una especie de guerra civil». Piensa que los venezolanos no se quedarán en sus casas porque están cansados y ya no tienen nada que perder.
Capriles: «Nicolás le pone gasolina a la candela»
La reacción no se hizo esperar entre la oposición. «Nicolás le pone gasolina a la candela, él y solo él será responsable de la situación que se desarrolle en el país, que el mundo lo sepa», escribió el líder opositor Henrique Capriles. El líder opositor acusa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de «aumentar el conflicto» en el país con la «detención fascista» del alcalde de San Cristóbal (estado de Táchira), Daniel Ceballos, por «rebelión civil». Capriles se ha preguntado en su cuenta de Twitte si Maduro quiere «paz o guerra».
En otro mensaje, Capriles le ha dirigido a este mensaje al jefe del Gobierno: «Es claro Nicolás que quieres más confrontación y promover violencia en todo el país».
Varios líderes estudiantiles convocaron a nuevas marchas este jueves en varias ciudades del país en «solidaridad ante el atropello contra los alcaldes».
Estas dos detenciones se suman a la ofensiva judicial del chavismo contra los opositores radicales, que han visto cómo el Gobierno de Maduro ha puesto tras las rejas en las últimas semanas a tres de sus dirigentes y tiene en la mira a una diputada.
Las detenciones contrastan con la llamada al diálogo de Maduro
Esta ofensiva contrasta con la llamada al diálogo nacional que Maduro lleva varias semanas haciendo a la oposición. Pero los partidos opositores condicionan las conversaciones a que el Gobierno cumpla una serie de condiciones, como la liberación de los más de 100 personas que permanecen detenidas por hechos de violencia vinculados a las protestas.
«Las contradicciones (de lanzar a la vez un ofensiva judicial y una oferta de diálogo) son propios de un régimen como este, que encuentra en la represión su fuerza. La oferta de diálogo es sólo para satisfacer a su audiencia, a su gente y una cortina de humo estratégica desde lo político», explicó a la AFP Mercedes Pulido de Briceño, analista política.
A la mesa de diálogo, que consiste en reuniones periódicas con distintos sectores sociales y económicos en varios puntos del país, han asistido sin embargo un puñado de diputados y alcaldes opositores, así como el sector empresarial.
La detención de opositores «ayuda poco a los intentos de diálogo que se vienen haciendo en Venezuela», declaró en una radio local uno de sus asistentes, Hiram Gaviria, un diputado opositor.
El martes por la noche, la mayoría chavista del Legislativo solicitó a la fiscalía indagar a la diputada Machado por «instigación a delinquir, traición a la patria, terrorismo y homicidio» durante las protestas, lo que podría derivar en el allanamiento de su inmunidad parlamentaria para enjuiciarla.
Maduro acorrala a los opositores mientras crece la violencia
El martes por la noche, la mayoría chavista del Legislativo solicitó investigar a la diputada María Corina Machado por «instigación a delinquir, traición a la patria, terrorismo y homicidio» durante las protestas.
Por su parte, Daniel Ceballos, de 30 años, es el segundo dirigente de Voluntad Popular detenido en el marco de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, que se iniciaron en San Cristóbal el 4 de febrero, tras la captura de Leopoldo López, el máximo líder del partido y quien está en una cárcel militar desde el 18 de ese mes acusado de instigar a la violencia.
Ceballos prestará declaración en las «próximas horas» ante un tribunal. El Gobierno de Maduro defiende la captura como «un acto de justicia ante un alcalde que (…) facilitó y apoyó toda la violencia irracional que se desató» en San Cristóbal.
En su cuenta Twitter, Voluntad Popular relató que al alcalde «se lo llevaron frente a sus abogados» en un hotel de Caracas y «sin ninguna orden».
Ceballos, electo en diciembre de 2013 en su primer período como alcalde de San Cristóbal por Voluntad Popular, ha denunciado en las últimas semanas que grupos ilegales, cercanos al gobierno, han atacado con armas de fuego las barricadas montadas por estudiantes en ese estado, causando varias muertes.
Otro opositor perseguido es Carlos Vecchio, dirigente de Voluntad Popular, que está prófugo de la justicia tras ser señalado igualmente como instigador de la violencia.
Las nuevas protestas convocadas para este jueves podrían aumentar de nuevo la tensión en Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleomundiales, que en los últimos días habían bajado de intensidad. Pero esta ofensiva judicial puede ser pólvora para la violencia.