La conversación ha tenido lugar tres días después de que el nuevo secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se reuniesen en Berlín. El encuentro entre los dos ministros concluyó sin señales de acercamiento, pero con el aparente compromiso de intensificar el diálogo.
Putin y Obama han encargado a Lavrov y Kerry mantener «contactos activos» mediante los cuales estudiar «nuevas iniciativas» que faciliten una solución política del conflicto sirio, según un comunicado difundido por el Kremlin.
La situación de Siria ha sido uno de los puntos de fricción entre Moscú y Washington desde la vuelta de Putin al Kremlin, el pasado mes de mayo. De hecho, este viernes el Ministerio de Exteriores ruso ha recriminado al grupo de Amigos de Siria –del que forma parte Estados Unidos– de alentar a los «extremistas» opositores para que derroquen por la fuerza el régimen de Bashar al Assad.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para el conflicto sirio, Lajdar Brahimi, emplazó el jueves a Rusia y Estados Unidos a liderar el debate en la comunidad internacional ya que, si ambos logran «un acuerdo real», estaría más cerca una solución definitiva de la guerra.