Hug ha indicado en una rueda de prensa desde Kramatorsk que durante el año pasado se registraron más de 400.000 violaciones del alto el fuego que establecen los acuerdos de Minsk, lo cual tuvo «graves consecuencias para la población civil que vive cerca de la línea de frente». «Hemos confirmado 478 víctimas civiles, incluidos 40 niños», ha dicho.
El representante de la OSCE ha detallado que, entre las violaciones detectadas, hay más de 4.000 casos de tanques, lanzamisiles y sistemas de artillería que estaban en zonas de donde se suponía que se debía haber retirado el armamento pesado, conforme a dichos acuerdos.
«La misión también ha advertido la construcción de nuevas trincheras a ambos lados de la línea de frente. Hemos visto movimientos de equipos militares en ambos lados. La actividad de las partes respecto a maniobras también está documentada», ha añadido, según recoge la agencia de noticias Ukrinform.
Todos estos hechos «hablan claramente de la violencia» en el este de Ucrania, ha lamentado Hug, al tiempo que ha alertado de que, con el inicio de 2018, parece no amainar.
Las tropas ucranianas y los separatistas prorrusos se enfrentan en la región oriental de Donbas desde 2014 en un conflicto al que deberían haber puesto fin los acuerdos de Minsk, que las dos partes han incumplido ampliamente. Más de 10.000 personas han muerto desde entonces.