«Con los ataques contra viviendas civiles y hospitales, la destrucción de colegios y los amplios daños provocados a la producción agrícola, toda la población de la región se ha convertido en una víctima de la guerra», ha declarado el presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, George Tsereteli, en un comunicado oficial.
«Una solución integral para este conflicto aún requiere tiempo, pero no hay motivo para que haya una tragedia humanitaria», ha apostillado el jefe de la delegación. «La urgencia de esta situación aquí en Donbas no se puede exagerar y requiere voluntad política de los actores para lograr una solución duradera», ha añadido el mediador Ilkka Kanerva.
La delegación ha visitado Kramatorsk, Bajmut y Maiorsk y se ha reunido con desplazados y residentes en la zona de conflicto. También han contactado con ONG y organizaciones humanitarias ucranianas e internacionales y con representantes de las administraciones regionales de Donetsk y Lugansk.
La delegación ha condenado además las acciones de «acoso» contra los monitores de la OSCE y han pedido que la Misión Especial de Observación tenga acceso para supervisar de forma efectiva la frontera ruso-ucraniana en su totalidad.
Asimismo piden «acceso inmediato a todas las organizaciones internacionales y humanitarias» y el cumplimiento y aplicación completa de los Acuerdos de Minsk.