«No hay palabras para expresar nuestra frustración por el fracaso colectivo de la comunidad internacional a la hora de intentar acabar con esta guerra. Pero esta frustración no es nada comparada con el sufrimiento y la destrucción que padece de forma incesante el pueblo sirio», ha dicho el subsecretario general para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman.
Feltman ha denunciado que desde el pasado sábado, cuando se supone que entró en vigor la tregua declarada por el Consejo de Seguridad para al menos 30 días con el fin de dar un alivio humanitario a la población civil, «los ataques aéreos y de artillería y las ofensivas han continuado».
«Incluso hay informaciones que apuntan a que se ha cometido un nuevo ataque con gas de cloro», ha mencionado, haciéndose eco de las denuncias de los Cascos Blancos –un grupo de defensa civil que actúa en las zonas rebeldes– y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que han acusado al régimen de Bashar al Assad.
En la misma línea, el coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Mark Lowcock, ha indicado que en estos cinco días solo ha habido «más bombas, más lucha, más muerte, más destrucción, más niños y mujeres mutilados, más hambre, más miseria». «En otras palabras, más de lo mismo», ha recalcado.
Feltman y Lowcock han urgido a las partes en conflicto a «respetar sus obligaciones y acabar con los enfrentamientos» como primer paso para avanzar hacia una solución política que, han subrayado, «es el único camino posible».