En concreto, según estas estadísticas, al menos 595 personas han fallecido en el Mediterráneo central, mientras que otras 23.125 han llegado con vida a las costas italianas. La mayoría fueron rescatadas por las operaciones desplegadas en la zona por las ONG y las autoridades europeas.
Las cifras totales de llegadas son considerablemente inferiores a las del mismo periodo de 2016 –27.850 frente a 165.697–, pero la diferencia es menor en cuanto al número de fallecidos –655 frente a 740–. Esta misma semana, la OIM y el Alto Comisionado de la ONU para los Reugiados (ACNUR) alertaron de un nuevo naufragio con un único superviviente y casi 150 posibles víctimas.