Las autoridades de Estados Unidos han confirmado este martes la muerte de un niño guatemalteco de ocho años tras su detención en la frontera con México, lo que eleva a dos el número de menores migrantes fallecidos bajo custodia de las fuerzas fronterizas del país.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) ha detallado que el niño ha fallecido poco después de la medianoche del martes y ha agregado que presentaba «signos de una enfermedad potencial».
Así, ha señalado que fue llevado junto a su padre a un hospital de la ciudad de Alamogordo, en Nuevo México. Allí le fue diagnosticado un resfriado y fiebre y se le recetó amoxicilina e ibuprofeno.
El CBP ha manifestado que el niño recibió el alta, si bien posteriormente fue llevado de nuevo al hospital tras presentar náuseas y vómitos. Horas después murió ingresado en el centro médico, tal y como ha recogido la cadena de televisión estadounidense CBS.
El organismo no ha facilitado la identidad del padre ni del niño. A principios de diciembre murió Jakelin Caal, una niña guatemalteca de siete años, tras ser detenida junto a su padre por agentes fronterizos estadounidenses.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha denunciado una «invasión» de inmigrantes centroamericanos y ha reclamado a México medidas para evitar una mayor presión en la frontera, donde el inquilino de la Casa Blanca aspira a reforzar la seguridad con un muro.
La semana pasada, los dos países vecinos anunciaron un acuerdo para destinar 35.600 millones de dólares (unos 31.340 millones de euros) al desarrollo de los países del Triángulo Norte –Honduras, Guatemala y El Salvador– y el sur mexicano, en el marco de sus esfuerzos para hacer frente a la crisis migratoria en la región.