Las revueltas que se han producido esta semana en Ferguson, Missouri, como consecuencia de la muerte del joven negro Michael Brown, hacen que nos vengan a la memoria episodios de violencia similares en Estados Unidos como el que tuvo que ver con la muerte de Trayvon Martin a manos de un polcía en Sanford, Florida. Martin era un adolescente afroamericano de 17 años que vivía en Sanford, en el estado de Florida, que murió como consecuencia de un disparo producido por el agente de policía de origen hispano George Zimmermand.
En sus declaraciones Zimmerman reportó que el joven había sido visto merodeando por las casas de un barrio de la ciudad, concretamente el de Twin Lakes, en la misma localidad. El agente de policía lo calificó en un primer momento como sospechoso puesto que lo había visto merodeando observando las casas de la vecindad después de que se hubieran producido una serie de robos y sucesos.
La muerte a manos del policía hispano de este menor de edad provocó una oleada de disturbios y manifestaciones en todo el país. Bajo el lema «Justicia para Trayvon» ciudades como Miami, Nueva York, Los Ángeles y San Francisco se volcaron con Martin y su familia, y hubo episodios violentos. Fue en Los Ángeles donde se produjeron detenciones relacionadas con la virulencia de las protestas en contra de la muerte de este joven afroamericano. Las imágenes muestran cómo se desarrollaban los enfrentamientos con la policía que abría fuego contra los manifestantes.
Tanto los medios como la sociedad americana se volcaron con el caso Martin, Obama y su familia también tuvieron una dedicatoria hacia la familia del asesinado y famosos como Beyoncé o Lebron James también se manifestaron públicamente rechazando la violencia hacia jóvenes afroamericanos.
El agente George Zimmerman fue absuelto de todos los cargos por un tribunal formado por un conjunto de seis mujeres, que componían el jurado. Al policía le podían haber caído 30 años de prisión por homicidio involuntario y a cadena perpetua por homicidio de segundo grado. Al parecer, en su defensa, el agente alegó que disparó al chico en defensa propia.
La revuelta de Rodney King de 1992, en Los Ángeles
Otro de los episodios más violentos como consecuencia de la violencia policial fue el caso de las revueltas de Rodney King, que tuvieron lugar en Los Ángeles en 1992. El episodio comenzó el 3 de marzo de 1991 cuando varios agentes de policía intentaron detener al taxista de raza negra Rodney King, que no se detuvo ante el alto de las autoridades. Cuatro agentes de policía aparecieron entonces en un vídeo en el que propinaban una brutal paliza a King, dejándole magullado y con numerosos signos de violencia en la cara.
Las autoridades señalaron que previamente había sido absuelto con cargos por haber cometido un hurto y haber agredido a un empleado de tienda.
Tras el suceso, se celebró un juicio en abril de 1992, que tuvo como consecuencia la absolución de todos los agentes de policía que habían participado en la tunda. A raíz de estos hechos las calles de Los Ángeles se convirtieron en una barricada, y a causa de los distrubios fallecieron en torno a unas sesenta personas. Fueron las movilizaciones más cruentas y terribles que se recuerdan en la historia de los disturbios raciales. Pillajes y destrozos acompañaron al fatal incidente de la paliza de Rodney King.
King no falleció en esta paliza, murió en el año 2012, el mismo año que falleció Martin, como consecuencia de un ahogamiento en una piscina.