«Lo que sucedió no tiene nada que ver con la expresión pacífica de una legítima ira (…). Ninguna causa justifica estos excesos», ha afirmado Macron desde Buenos Aires, donde se encuentra para asistir a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G-20.
Los responsables de estos incidentes «quieren el caos, traicionan las causas que afirman servir, serán identificados y rendirán cuentas ante un tribunal», ha subrayado.
«Siempre respetaré las disputas, pero nunca aceptaré la violencia», ha apostillado. Macron tiene previsto reunirse el domingo por la mañana con miembros del Gobierno a su regreso a Francia para abordar la situación.
Al menos 110 personas han resultado heridas y 270 personas han sido arrestadas en París durante las violentísimas protestas que han sacudido la capital francesa en el día más conflictivo desde el inicio de las protestas del colectivo de los «chalecos amarillos».