El primer ministro italiano, Enrico Letta, expresó su deseo de que la Unión Europea (UE) «cambie de marcha» en materia migratoria para hacer frente al incesante flujo de indocumentados que se embarcan hacia las costas del sur de Europa y que, en ocasiones, llegan a perder la vida.
Durante una comparecencia ante los medios en Bakú (Azerbaiyán), Letta expresó su «profundo dolor» por la última tragedia acaecida en Italia en lo referente a la inmigración ilegal: el fallecimiento de seis egipcios ayer cuando intentaban alcanzar las costas de la isla de Sicilia después de que encallara el pesquero en el que viajaban.
«Italia ha ejercido y ejercerá siempre su papel en lo relativo a la acogida, pero pretende de la Unión Europea que cambie de marcha con respecto a las políticas migratorias en el Mediterráneo, que no es una frontera italiana, sino una frontera europea», dijo el primer ministro, en declaraciones recogidas por los medios italianos.
«Al expresar mi profundo dolor por los muertos que hemos tenido sobre las playas de Catania (Sicilia), recuerdo que Italia es un país acogedor, como demuestra que hace una semana acogimos a los inmigrantes rechazados por Malta. Pero el drama del fenómeno migratorio es trágicamente estructural y hace falta una orientación distinta», añadió.
UN PROYECTO DE FUTURO
En este sentido, el primer ministro italiano explicó que en la reunión que mantuvo en Atenas el pasado 29 de julio con su homólogo griego, Andonis Samarás, acordó que durante sus respectivas presidencias de turno semestrales de la UE en 2014 impulsarán ese «cambio de marcha» en materia migratoria.
«Italia hará su parte, pero no se puede afrontar este asunto de modo ocasional y sin una estrategia europea a largo plazo», dijo el jefe del Ejecutivo italiano, tras reunirse en Bakú con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev.
Letta fue preguntado además por el hecho de que los problemas del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi con la Justicia y los desacuerdos en el seno de la coalición con respecto a la abolición del impuesto sobre la primera casa que exige el partido de «il Cavaliere» puedan provocar la caída del Ejecutivo.
«El Gobierno está comprometido a afrontar los problemas de los italianos y nada me apartará de este camino», dijo Letta, quien recordó que, si el Ejecutivo cae ahora, los italianos deberán pagar en septiembre la cuota aplazada de junio del impuesto sobre la vivienda, porque no habrá dado tiempo a reformar la tasa.
«Las decisiones que tomamos aquí hoy tendrán consecuencias fundamentales para Italia en las próximas décadas. Entre siete u ocho años, cuando estas decisiones se ejecutarán, no seré ya primer ministro (…) Estoy comprometido, comprometidísimo, a afrontar los problemas de los italianos y a resolverlos», apuntó.
Letta ha viajado a Bakú para tratar del proyecto del Gaseoducto Transadriático (TAP, por sus siglas en inglés), por el que llegarán entre 8.000 y 10.000 millones de metros cúbicos de gas a Italia desde Azerbaiyán, atravesando Grecia y Albania y después el mar Adriático.
Además el primer ministro de Italia pretende tratar la posibilidad de que empresas italianas inviertan y operen en Azerbaiyán, sobre todo en los sectores de la construcción y las infraestructuras, más allá del energético.