«Quisiera que a la conclusión de mi mandato Rumanía fuera miembro de Schengen, pero para ello deben hacer ciertos esfuerzos», ha declarado Juncker a la prensa en Bruselas, en una rueda de prensa acompañado por la primera ministra rumana, Viorica Dancila.
Ya el pasado octubre, el jefe del Ejecutivo comunitario alertó al Gobierno rumano del riesgo de «alejarse» de las normas democráticas, a la luz de sus polémicas reformas judicial y del Código Penal para despenalizar algunos delitos de corrupción.
Entonces Juncker también confió en que antes de dejar el puesto de presidente de la Comisión Europea, en noviembre de 2019, Rumanía haya superado las exigencias para ser parte de Schengen.
El Colegio de Comisarios ha recibido este miércoles al Gobierno completo de Rumanía como parte de los trabajos de preparación de la presidencia de turno de la UE que el país asumirá el próximo 1 de enero y durante un periodo de seis meses.
Juncker se ha mostrado convencido de que el Gobierno rumano está preparado para asumir este rol, que incluirá gestionar los primeros meses de la etapa «post Brexit», a partir de la salida de Reino Unido de la UE el 29 de marzo de 2019.