Mutharika falleció ayer a los 78 años, horas después de haber ingresado en estado muy grave e inconsciente en un hospital de la capital, Lilongwe, según confirmaron fuentes médicas y gubernamentales.
La tardanza en la confirmación del fallecimiento de Mutharika sembró la duda en la comunidad internacional, y en particular en Estados Unidos, sobre la posibilidad de una sucesión complicada en el país sudafricano.
Durante los últimos meses, se había especulado con que Mutharika, fallecido este viernes, estaba tratando de reforzar el papel de su hermano Peter wa Mutharika, ministro de Asuntos Exteriores, para que le sucediera en el cargo.
Sin embargo, la Constitución estipula claramente que Banda asumirá el poder como vicepresidenta del país. Banda tuvo en el pasado serios roces con Mutharika, que la expulsó de su partido en 2010 precisamente tras un debate sobre el proceso de sucesión.