Las cometas son artefactos muy sencillos a los que se les atan cócteles molotov y otros mecanismos incendiarios antes de ser lanzados hacia territorio israelí.
Las cometas han provocado un centenar de incendios y han destruido más de 1.200 hectáreas de plantaciones de trigo en los consejos regionales de Eshkol y Shaar HaNegev.
El Ejército israelí ha desarrollado drones especializados para contrarrestar esta «ofensiva terrorista aérea» que afecta a las comunidades israelíes de la región a diario y causa millones de shekels en pérdidas (1 shekel son 0,24 euros).
Los militares han adaptado en cuestión de días el dron Pegasus 120, diseñado para dar apoyo logístico de suministros y con una capacidad de carga de 75 kilogramos. El uso principal era el transporte de munición y combustible a fuerzas desplegadas en territorio enemigo.
Estos incidentes con cometas se enmarcan en el incremento de las tensiones en el enclave palestino a raíz de las protestas iniciadas el 30 de marzo en la llamada ‘Gran Marcha del Retorno’ y la represión israelí de las mismas, que ha dejado más de un centenar de palestinos muertos.